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El desprendimiento de un bloque de piedra en la fachada de la iglesia de Santa María de Roa el pasado Viernes Santo ha vuelto a poner de manifiesto el maltrecho estado en el que se encuentra parte del templo raudense. El edificio declarado como Bien de Interés Cultural tiene aprobado un proyecto de rehabilitación responsabilidad de la Junta de Castilla y León que podría reactivarse tras los últimos acontecimientos.
De momento, la parroquia y el Ayuntamiento han tomado medidas de urgencia para consolidar la fachada y proteger a los fieles en su acceso.
Los trabajos de consolidación comenzarán la próxima semana y podrían rondar un cuantía alrededor 8.000 euros, según estimaciones por parte de los técnicos del arzobispado. La empresa AiBur se encargará del sellado y consolidación de la portada.
El párroco del templo raudense, Alfredo Pérez recuerda que el culto sigue desarrollándose con normalidad en la capilla anexa al templo