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El Partido Popular deja claras sus intenciones en el Congreso de los Diputados de no promover la reapertura del Directo Madrid-Aranda-Burgos. Este partido votaba en contra de una PNL presentada por Podemos en la Comisión Para el Estudio del Cambio Climático, reclamando la reactivación de esta línea férrea como medida para reducir las emisiones de gases contaminantes y cumplir con los parámetros de la Unión Europea.
El portavoz del grupo parlamentario Popular, Miguel Ángel Paniagua, en su exposición recordó que esta línea férrea era completamente deficitaria antes del hundimiento del túnel de Somosierra en 2011 que la mantiene desde entonces sin funcionamiento y que en los últimos tiempos la escasa demanda de viajeros se cubría con un servicio por carretera.
El diputado popular hablaba de que reactivar esta línea sería duplicar servicios, puesto que el trayecto Madrid-Burgos ya se cubre pasando por Valladolid y que esto iría en contra precisamente del espíritu de esta PNL: reducir la contaminación.
Finalmente, la PNL salía aprobada, incorporando una enmienda del PSOE con varias propuestas, empezando por paralizar cualquier obra destinada a desmantelar esta vía férrea, con los votos en contra del PP y la abstención de Ciudadanos. Su portavoz parecía ignorar que ya existe un estudio de viabilidad que el Ministerio de Fomento encargó a INECO y cuyos resultados está ocultando celosamente desde hace dos años, cuando dijo que el apoyo de su partido estaría condicionado a que se evalúe la rentabilidad de este servicio público. Irene Rivera hablaba de los 100 millones de euros que costaría electrificar este línea para evitar la contaminación que producirían las locomotoras diesel, los cinco que supondría restaurar el túnel de Somosierra hundido y otra cantidad importante para reponer el sistema telemático desmantelado en estos años de abandono y se planteaba si realmente merece la pena esta inversión para satisfacer una demanda como ésta.