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No son buenos tiempos para los dos equipos más representativos de la capital ribereña. De objetivos ambiciosos y estimulantes, como los de los últimos años, se ha pasado a la siempre desagradable lucha por la permanencia.

El Villa de Aranda afronta la recta final del campeonato en la décimo tercera plaza de Asobal con 14 puntos. Restan ocho jornadas, cinco en casa (Barcelona, Benidorm, Cangas, Naturhouse y Ademar) y tres fuera (Cuenca, Valladolid y Santander). La permanencia pasa por lograr doblegar, al menos, a los tres equipos que están situados por detrás en la clasificación: Santander, Benidorm y Cangas.

Por su parte a la Arandina le restan siete citas en el calendario, cuatro en casa (Guijuelo, Racing, Celta y Ferrol) y tres fuera (Mutilvera, Palencia y Pontevedra). Los ribereños son penúltimos con 27 puntos, a siete de la salvación. Todo pasa por doblegar, igualmente a los rivales directos. El Guijuelo visita El Montecillo este domingo (18:15 h). Multivera será el siguiente oponente, a continuación en Pamplona. Además, la visita a Palencia tendrá lugar el 23 de abril. Ganar esos tres partidos se hace obligado. Pero con eso no será suficiente por lo que sumar en el resto de encuentros es fundamental y hacerlo de tres en tres más aún.